Y como aunque domingueros nos gusta hacer las cosas bien aquí os dejo esta ficha
Horario
5 h
Severidad del medio
3
Desnivel subida
801 m
Desnivel bajada
801 m
Distancia horizontal
10,9 Km
Tipo de recorrido
CircularRecomendaciones que os hacemos: llevad buen calzado, porque hay bastantes piedras, id mentalizado porque hay tramos un poco especiales y suficiente agua ¡ no os olvideis la cremita solar, la gorra y por supuesto... la tortilla de patatas, estareis caminando por un parque natural, así que sed educados con la naturaleza, no griteis y no dejeis nada en el monte que no hubiera antes de vuestra llegada.
Y para que Birchinia no se enfade aquí os dejamos también un mapa
Tempranito, nos dirigimos con el coche al aparcamiento que hay junto a la localidad de San Julián de Banzo en Huesca, está indicado con lo cual no tiene mucho problema de ser encontrado, y una vez allí siguiendo las indicaciones hay que empezar a bajar por el sendero.
Mientras descendemos Birchinia pone su nota cultureta contándonos por qué se llama la val d'Onsera y es que cuenta la leyenda que este barranco estaba habitado por un gigante que iba siempre acompañado por un oso.
Tras bajar por el sendero llegamos al cauce de un barranco seco por el que empezaremos a ascender poco a poco
La vegetación que encontramos por aquí es la que se llama de monte bajo, compuesta por carrascas y arbustos, el suelo está lleno de piedras lo que da lugar a los primeros resbalones y pataditas a las piedras de esas que te hacen sentir todas las terminaciones nerviosas del dedo gordo del pie
despues el sendero comienza a empinarse, pero se introduce en bosques bastante humbríos lo que lo hace bastante llevadero
Tras estos bosques y los primeros repechos que hacen que la patata como Mayte llama al corazón empieza a proferir insultos al resto del cuerpo llegamos a uno de los hitos del camino, la llamada Puerta del cierzo
Aquí, el ruido de agua que corre nos indica que hay un manatial que nace justo de esas rocas, encontramos unos vasos de plástico, que nos hacen desear a los cochinos que los han dejado que Pitingo versione su canción favorita
Depues de disfrutar del entorno de la puerta del cierzo, que es un sitio muy curioso seguimos hacia delante en nuestro caminar, llegamos a un paso donde en la pared de roca hay un cartel muy alentador
Así que por no hacer el feo, echamos una oración pequeñita y decidimos seguir, Pero en ese momento miramos al otro lado de la ladera y ¡Oh sorpresa! la naturaleza nos regala con la visión de cabras salvajes que saltan de roca en roca, casi parecen puntitos que se mueven entre los cantos rodados
Hay un puente de troncos para pasar
Y otro tramo para pasar a gatomiau, aunque resulta muy entretenido, vamos poco a poco salvando el desnivel
A mitad del paso hay una especie de balcón natural, mirar el paisaje te llena de alegría aunque nótese que ninguna de las dos patatillas suelta la sirga en esta imagen aunque si es aconsejable para a tomar aire y relajarse ante las vistas
¡ Lo logramos! hemos llegado al final del paso y estamos arriba sobre un collado, aquí hay unas ruinas de lo que parece ser una antigua paridera y las vistas a las gujas de enfrente son muy bonitas, además se pueden observar buitres, y las marcas blancas sobre los agujeros de las rocas que señalan sus nidos resulta estremecedor verlos volar majestuosos sobre nuestras cabezas...
El barranco sobre el que se levantan estas paredes de roca es nuestro destino y la bajada al mismo se efectua por una pendiente bastante vertical equipada igualmente, eso sí los 2 últimos metros no tienen sirga y hay que descender con cuidado
Una vez abajo vemos un edificio entre los árboles y escuchamos el sonido de un salto de agua ese será nuestro destino quedarán unos 10-15 minutos de caminar por una senda bien marcada
Finalmente llegamos a la Ermita de San Martín, una ermita muy antigua, según la Birchipedia, se trataba en origen de un centro de culto asociado a la fertilidad que fue transformado al cristianismo y en cuyo interior nace una fuente.
Este agua tendría propiedades mágicas y hasta aquí peregrinaban los reyes de Aragón para pedir un hijo varón
El interior de la ermita es un abrigo de la roca y dentro de él se encuentra el altar y la imagen del Santo
La pared que cierra la edificación es una amalgama de construcciones y remiendos de diferentes épocas
Entre la entrada y la propia ermita hay un patio y la casita del santero
Detalle de la campana
Todo sería maravilloso si no fuera porque en ese preciso momento empezamos a escuchar berridos, desgraciadamente entendemos que no se trata del mitológico gigante con su oso ( ojalá) sino de una manada de homo sapiens , vestidos con una camiseta naranja.
Al principio pensábamos que eran un club de montaña, pero su comportamiento pronto nos hace dudarlo, llegan profiriendo gritos lo cual en un sitio con una banda sonora de viento agua y pájaros resulta terriblemente molesto y empiezan a pasearse por allí como si no estuviéramos yn el lugar fuese de su propiedad. Se pasan todo el rato gritando y jugando con el eco , aunque un cartel al comienzo de la senda advertía de posibles desprendimientos.
Así que aceleramos nuestro bocata y nos vamos pies en polvorosa, para evitar cruzárnoslos de nuevo
( nuestro gozo en un pozo), volvemos por el camino que llegamos y ascendemos de nuevo por el tramo equipado, pensábamos que iba a ser más duro pero en ningún momento nos lo parece.
Arriba aprovechamos un rato para hacer fotos de las buitreras
Y Chorche haciendo gala de tener mejor fondo y ser más valiente que la pareja de muchachas sube a un picacho y hacer fotos desde allí
El camino va descendiendo entre bosques y es agradable caminar por allí, este camino termina justo en la zona donde esta el cartel del muchacho desaparecido y a partir de aquí el camino es idéntico al que hicimos a la ida.
Llevamos un buen paso, pero tampoco llevamos prisa así que para nuestra desgraciaa la altura de la puerta del cierzo, el grupo de excursionistas ruidosos y mal educados nos da alcance,
Vemos con estupor que además de andar haciendo un ruido innecesario llevan ramos de flores. Nosotros seremos domingueros con patatas pero sabemos perfectamente que está terminantemente prohibido arrancar o cortar flores, menos aún si son protegidas como era el caso.
Si escuchar sus vocecitas aterciopeladas en la lejanía era molesto caminar a su par se hace completamente insufrible, no paran de autofelicitarse por lo que ellos consideran " Una hazaña" y de planear nuevas salidas, así que si os encontrais a un grupete de mediana edad, con camisetas naranjas y un perro yorkshire por el monte seguid nuestro consejo y salid por piernas.
El tono de voz es excesivo tanto que otra excursionista les recuerda que están en un parque natural, pero ellos la ignoran completamente
Birchinia se caga en su calavera y comienza a correr prácticamente para adelantarles, cuando uno de ellos muy orgulloso comienza a decir " Oye y no hemos parado" a lo que una Mayte desconocida contesta... " De hablar y dar por el saco"
Nuestros domingueros con patatas comienzan a reir y deciden tomárselo a risa para no acabar de amargarse el día
dejamos atrás el barranco y echamos una última mirada al verde paisaje de la sierra de Guara, donde el Salto de Roldán nos promete nuevas aventuras para más adelante
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